- Oh mi Cristo,
- el maligno es diametralmente opuesto a la santísima verdad.
- Oh Santo Espíritu,
- vivir en tu gracia me asirá a la única libertad.
- Oh Cristo Redentor,
- en tu abominable muerte, y muerte de cruz, no tuviste ninguna duda para redimir a toda la humanidad.
- Y fue tan excelso tu amor,
- oh Rey de la gloria, que tu preciosa sangre derramada nos lleno el alma de santidad.
- Oh Santo de Israel,
- en tus milagros se hizo manifiesto el Espíritu inmortal.
- Y Tú, oh Señor, nos regalaste el don de la fe,
- para poder morar en tu inaccesible luz celestial.
- Oh Sumo Alfarero,
- en tu rueda has moldeado a innumerables almas santas, con el sagrado barro de la vida.
- Y es que, en el día postrero,
- será a tu amada Iglesia a la que recibirás de lino fino vestida.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- desde la eternidad y hasta la eternidad he seguido tu sagrada huella.
- Porque desde antes de la fundación del mundo, tienes mi nombre indeleblemente esculpido,
- oh Rey de reyes, en tu excelsa diestra.
- Paz de Cristo
lunes, 2 de mayo de 2022
LA ANTÍTESIS DE LA SALVACIÓN ES LA ESCLAVITUD DEL DIABLO, OH CRISTO
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