- Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y los guardaré hasta el fin.
- Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón.
- Oh mi Cristo, tu bendita gracia, no la pueden tus consagrados siervos definir;
- porque es la síntesis del glorioso plan de salvación.
- La Biblia dice: Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.
- Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
- Oh Sumo Hacedor, nadie podrá verte, sin estar revestido de santidad.
- Porque nadie traspasará el umbral de la gloria; si el Omnipotente no le glorifica.
- La Biblia enseña: Aparta mis ojos, que no vean la vanidad: avívame en tu camino.
- Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
- Oh Señor Altísimo,
- de los santos de tu amada Iglesia, ha de ser la adoración sublime.
- La Biblia enfatiza: Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.
- He aquí yo he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia.
- Oh gran Yo Soy, sentimos un extremo gozo escudriñando tus bíblicos principios;
- porque nuestra alma en su santísima verdad se regocija.
- Oh Santo de Israel,
- las hordas más abyectas; no han entendido que tu inmolación en la cruz del Calvario, fue la gloriosa consumación de tu obra perfecta.
- Y que su muerte, y muerte de cruz para redención de tus pecados, te ha de ser revelada por fe;
- y solo entonces, tu alma será de salvación eterna.
- Paz de Cristo
miércoles, 25 de mayo de 2022
SALMO 119:33,34 EN CRISTO
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