- Jesús, constata: De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es el ladrón y salteador.
- Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
- A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por su nombre, y las saca.
- Y cuando ha sacado todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
- Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
- Oh mi Cristo Redentor, en tu santo nombre permanece nuestra fe,
- por ser la fe el don que a nuestro entendimiento sobrepasa.
- Y será, oh Señor, tu perfecta hoz,
- la que segará la cizaña con la mies,
- para separar en el día postrero, a los que obedecieron la Sagrada Palabra, de los hipócritas falsarios.
- Jesús, dijo: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
- Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
- Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
- El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
- Oh Santo de Israel, todas tus bíblicas promesas,
- han sido infaliblemente cumplidas.
- Y son de tus probos heraldos, por ser heredad proveniente de tu magnificencia.
- Jesús, enseña: Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas.
- Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
- Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
- Oh Alfa y Omega, solo confiaremos en tu majestuoso nombre, que ha sido dado a las almas,
- para que su salvación sea manifiesta.
- Y vivan eternamente, oh Señor, en tus gloriosas moradas.
- Jesús, enfatiza: Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
- También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño y un pastor.
- Oh Hijo del Hombre, en tu paraíso de gloria estarán todas gozosas;
- porque habrán vencido para siempre el hedor de lo carnal, para ser revestidas del vínculo perfecto del amor.
- Jesús, asevera: Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
- Nadie me la quita, sino que yo mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
- Oh Soberano Salvador, a nadie como a tu obra maestra, jamás has podido amar;
- pero a la oveja que no te fue fiel, llamaste a su puerta en innumerables ocasiones, y nunca te abrió. Únicamente quisiste que tuviera un encuentro contigo; y darle la grandiosa oportunidad, de que con el Rey de la gloria cenare.
- Paz de Cristo
viernes, 13 de mayo de 2022
EL HASTÍO DE LO CARNAL NOS ABOCA A LA ESPIRITUALIDAD, OH CRISTO
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