- Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.
- ¡Oh, si hubieras atendido mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
- Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado, ni raído de mi presencia.
- Oh mi Cristo, Tú eres el principio y el fin;
- solo en tu gloria se manifiesta el gozo de amar,
- por ser Tú, oh Señor, su majestuosa esencia.
- La Biblia dice: Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
- La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a su nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece.
- ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable?
- ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?
- Oh Santo de Israel, a tus hijos probos,
- nada mundano les envilece.
- Y sus almas aborrecen lo abominable;
- porque huyeron de las conductas ociosas.
- La Biblia enseña: Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
- El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en que tropiezan.
- Oh Fiel y Verdadero,
- tus verdaderos siervos reciben gracia sobre gracia; cuando revestidos por el viento de Sion prosperan.
- La Biblia enfatiza: Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.
- No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que la hallan, y medicina a todo su cuerpo.
- Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- todos mis discípulos santos iréis al cielo,
- y os regocijaréis en la morada eterna.
- La Biblia constata: Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios.
- Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
- Examina la senda de los pies, y todos tus caminos sean rectos.
- No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.
- Oh gran Dios,
- llévame por tu senda perfecta santamente;
- y guárdame de los espíritus abyectos,
- para traspasar el umbral de la gloria celestial.
- Paz de Cristo
domingo, 1 de mayo de 2022
LA ARBITRARIA JUSTICIA DEL SER HUMANO, SIN REMISIÓN SE CONFRONTARÁ CON TU ETERNA JUSTICIA, OH CRISTO
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