Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye, en esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
Vida les has dado a las almas que desoyen tu sagrada voz, oh Cristo.
Dios es amor,
y el conocimiento de la perfecta verdad nos la ha revelado el Santo Espíritu.
No permitas las inicuas e ininteligibles palabras del anticristo,
que te inoculan el veneno inmundo.
Oh Cristo Jesús, de tu sobrenatural fragancia revestiste nuestro espíritu;
y el engañador pergeña su asechanza, oculto en el alevoso obscurantismo del abismo más profundo.
Has de saber que el impío hace desdén,
de la manifestación en carne del Señor Jesucristo.
Los gestos perversos delatan al infiel,
y dejan ver su errático y séptico espíritu.
Somo como ovejas,
en medio de heréticos lobos.
Oh Rey de reyes, hemos vencido en las más letales pruebas;
y con el espíritu quebrantado, a tus pies eternamente permaneceremos.
Jesús, dijo: O estás conmigo, o contra mí.
La sana doctrina no está condicionada al mundanal azar.
Serás salvo si amas al Omnipotente Redentor hasta el fin.
Y doblaras tu rodilla cada vez que se pronuncie el nombre de Jesús, único gran Yo Soy digno de adorar.
Paz de Cristo
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