Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Oh Santo Espíritu, tu verdad nos hizo libres.
Y, oh Rey de la gloria, de tu heredad,
nos nombraste unicos y genuinos reyes.
La lluvia temprana y tardía regó con desmesura los campos;
y toda semilla que cayó en tierra fertil, germinó al ciento por uno.
Y es que en ti somos bienaventurados,
oh Hacedor Sumo.
La Biblia, dice: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Tu amada Iglesia, oh Señor, es el candor de la pureza ataviada de lino blanco; y siempre se manifiesta irreprensible, sin arruga y sin mancha.
Y en su santuario inefable,
el Rey de reyes, la guarda.
Oh Señor Jesucristo,Tú eres la estrella resplandeciente de la mañana,
que nos guía con su estela de gloria.
De tu paz, oh Redentor, nos ha cautivado su transparencia meridiana;
y será dada a conocer, cuando testifiquemos en tu memoria.
Al redimir las profundidades de nuestra alma,
se multiplicará hasta la enésima potencia la más íntima y sagrada libertad.
Porque entonces, tendrás piedad del enemigo que no te ama,
y habrás descubierto la eterna paz.
Paz de Cristo
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