Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Oh Cristo, en tu amor está la mayor bendición.
Jesús, dijo: Amaos unos a otros, como yo os he amado.
A estas sucintas palabras habréis de estar dispuestos,
para ser hernanos fraternales a la sazón.
La prodigiosa familia desciende de lo alto,
al recibir la gracia del Creador.
Su unción, oh Señor, se sustentará en tu nombre santo,
y la preservará el eterno amor.
Tu hogar ha de ser de cimientos inexpugnables,
y se afirmarán ante el pavor de la despiadada tormenta.
Oh Cristo Jesús, no permitas que seamos ondas fluctuantes;
y haz que la sabiduría, lámpara sea de nuestra inteligencia.
Oh Señor Jesucristo, crecer en la armonía,
será condición indispensable del plan de salvación.
Formar una familia,
ha de surgir del misterioso santuario del corazón.
A lo largo de nuestra existencia ha de ser acrisolado,
el sometimiento a la Palabra.
Pilar y baluarte del bienaventurado,
que en su propósito de perfección al Rey de reyes y Señor de señores ama.
Oh Omnipotente Redentor, puerta que abres no se cierra,
y puerta que cierras nunca se abrirá.
En el arca sagrada se blindó la espiritualidad cristiana.
Y adorándole en espíritu y en verdad, yo y mi familia serviremos a Jehová.
Paz de Cristo
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