Powered By Blogger

viernes, 7 de junio de 2019

EZEQUIEL 3:22 EN CRISTO

Vino allí la mano de Jehová sobre mí, y me dijo: Levántate, y sal al campo, y allí hablaré contigo.
Y el resplandor de la gloria se hizo visible. 
Era tan grandioso el prodigio,
que el exultante gozo se hizo inmarcesible.

Oh Cristo, Tú eres la estrella de la mañana, que con un radiante despertar nos invitas a predicar el Evangelio,
hasta lo último de la tierra.
Y nos dispusimos con apremio,
para anunciar el santo nombre del que salva.

Oh Rey de reyes, de tu heredad soy el heraldo;
porque me sellaste con la llenura del Santo Espíritu.
Y por ser tu siervo consagrado,
me postulaste como misionero en el ministerio.

Oh Señor Jesucristo, todo corazón pétreo es convertido en carne por el poder celestial,
y así tu Palabra nunca volverá vacía, y cumplirá con fidelidad su propósito.
Al principio el inconverso escucha algo banal,
pero tu gracia, oh Rey de la gloria, lo ha trasformado en un genuino discípulo.

Oh Omnipotente Salvador, con alas áureas mi plegaria ha llegado al cielo. 
Y tu Palabra, que es la espada de dos filos, penetró hasta partir el alma y el espíritu.
Y se ha manifestado en lo alto y en lo profundo del universo una onda de clamor Cristocéntrico,
con un quebrantado corazón de unicidad, humillado y contrito.
                     Paz de Cristo


No hay comentarios:

Publicar un comentario