¿Por qué porfías conmigo? Todos vosotros prevaricasteis contra mí, dice Jehová.
Porque a sus espaldas llevaban la alevosa premeditación de su iniquidad.
Pasaron de la alienante esclavitud heredada, a lo que en sus precarias mentes iba más allá;
y se convirtió en el obsceno despropósito de una entenebrecida y disoluta libertad.
Oh Cristo Jesús, el desbordante agasajo a la niña de tus ojos,
sirvió para dar pábulo a su inexistente gratitud.
De un adn maléfico eran sus antojos,
que desestimaban de manera arbitraria, oh Señor, tu sobrenatural virtud.
Oh Señor Jesucristo, para que tu pueblo elegido, pasase sobre seco,
abriste las aguas del mar.
¿Y ante este prodigioso hecho,
no hubo un verdadero arrepentimiento en el corazón prevaricador, con la intención y el pensamiento de apostatar?
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor.
Jehová, juzgará a su pueblo;
y en la justa balanza de su diestra tendrá el aventador.
Clamad al Salvador Todopoderoso, que fue el que comenzó la obra en vuestra vida,
para que lleguéis a la estatura del varón perfecto en su culminación.
Oh Rey de reyes, sabemos que nuestra osadía, tendrá tu grandiosa misericordia por medida.
Y que todos nuestros pecados habrás justificado, por haber recibido de gracia tu gloriosa redención.
Paz de Cristo
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