Oh Cristo,
condición indispensable es amar en tu nombre.
Solo en el poder del Santo Espíritu,
ha de disponer su anhelo el hombre.
Dios nos ha dado toda su provision de amor.
En el Calvario, se despojó de todo cetro regio, para su sacrificio como Cordero inmolado.
Oh Señor,
al trazo curvilineo de mi camino, le diste la rectitud del discípulo santificado.
Perseverad para llegar a la estatura
del varón perfecto,
y ser dignos de su multiforme gracia,
Con la esperanza de ver nuestro nombre escrito en el cielo,
hemos de buscar, oh Cristo Redentor, tu sobrenatural rostro de gloria.
Oh Rey de reyes, grandioso fue tu desvelo,
para abrir la santísima y angosta senda de eternidad.
Miraste con inmensa piedad a tu pueblo,
revelandole el sagrado poder de la verdad.
Oh Sumo Salvador, derramarás tu Espíritu sobre toda carne,
y nos amaremos con ferviente amor.
Para que justificados por la fe que nos ofrendaste,
oh Señor de señores, te glorifiquemos eternamente, elevando incensadas oraciones de exultante clamor.
Paz de Cristo
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