Porque como el relampago que sale de oriente y se muestra hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.
Y toda alma verá su majestuoso resplandor.
En multitud de ocasiones, oh Cristo, les has tocado el corazón, y siempre, ante tu Palabra, su respuesta fue displicente;
porque en su dureza de espiritu, solo existe el desamor.
¿Qué entiende el inconverso?
¿Qué es de atrezzo la provisión del Creador?
Has de saber: qué el Señor Jesucristo ha creado el universo
y es el Todopoderoso Redentor.
Y ademas: Cristo Jesús es el Cordero inmolado,
que con su sacrificio en la cruz del Calvario y con su majestuosa sangre derramada, te redimió de tus execrables pecados.
Oh Rey de reyes, sin abrir tu boca, asumiste cada lacerante latigazo, para expiar nuestro ignominioso pasado;
y clavaste en la prueba redentora de tu agónica crucifixión, todas las inculpatorias actas del acusador, que fueron en tu nombre sobreseidas y sus delitos justificados.
Oh Omnipotente Redentor, tu muerte, sepultura y resurrección;
han dado paso a tu juicio eterno, para recompensarnos según hayan sido nuestras obras.
Tu balanza, oh Fiel y Verdadero, has dispuesto a la sazón,
para que por tu eterna justicia sean con celestial precisión sopesadas.
Oh Sumo Salvador, tu inexpugnable templo dará cabida al universo,
y su sagrada luz resplandecerá hasta en el más ignoto rincón.
Te traicionaron, oh Señor, con un beso;
pero los discipulos que te amamos,
te entregamos arrepentidos nuestro quebrantado corazón.
Paz de Cristo
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