Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la Palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
En el Señor Jesucristo, se manifiesta invariablemente lo perfecto.
En todo nuevo nacimiento, oh Rey de reyes, no haces probaturas,
su sobrenatural gracia desciende del cielo.
De la Sagrada Escritura, recibimos la protección constante.
Y nuestro invulnerable refugio es su magnificente sabiduría.
En Él segura está el alma que bajo su unción permanece,
y que en su Santo Espíritu se regocija cada día.
A la sombra del Omnipotente,
edificarás toda buena obra.
Y con tu espíritu excelente,
proclamarás victoria sobre victoria.
Oh Fiel y Verdadero, has conformado mi nuevo nacimiento,
porque a ti, oh Señor Omnipotente, te ha complacido.
Tú eres el Soberano universal y sublime cimiento,
del que es para la gloria, un ser de tu santidad ceñido.
Oh Sumo Creador,
del santuario de tu voluntad soy primicia.
El devenir de mi vida, es probada por el celo de tu incomparable amor,
para ser de salvacion, oh Señor, en el eterno trono de tu gracia.
Paz de Cristo
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