LAS PROMESAS, INFALIBLES EN CRISTO

Oh Cristo, nos ofrendaste las promesas en tu Palabra,
y fiel es su cumplimiento. 
En Cielos nuevos y Tierra nueva, 
serás Tú, oh Señor, el Sagrado Templo.

Oh Cristo Jesús, tu Verdad
es nuestra provisión. 
En la Eternidad, 
latidos Santos dará nuestro corazón.

Oh Señor Jesucristo, nadie sabe el día y la hora, 
en la que el Todopoderoso vendrá. 
Velad y Orad para que vuestra alma,
vea la Faz Santa. 

Oh Rey de reyes, en la solemnidad de tu Palabra,
ha de ceñirse nuestra vida Santa.
E irreprensibles y sin mancha, 
morar con el Señor de la Eterna Gracia.

Esperad en Jesucristo,  
y apresuraos en buscar su Paz. 
En su advenimiento pesará tu alma el Santo Espíritu,
y seras de Salvación o condenación por la medida de Santidad. 
                       Paz de Cristo 

MARCOS 7 EN CRISTO

Oh Cristo, la desarrapada apariencia;
del alma, no es definitoria del desdén. 
Evaluemos su espiritual substancia, 
si concernida está en el Amén.

Oh Cristo Jesús, los hipócritas, 
no cumplen ningún fin en tu Nombre. 
La pulcritud de las formas,
en nada a ser Santos obedece. 

Tú, no sabías donde ibas a recostar la cabeza, oh Señor Jesucristo,
en los días de tu Ministerio. 
Todo lo ordenaba el Santo Espíritu, 
en su Sagrado misterio. 

Oh Rey de la Gloria, los labios no dan forma a la honra,
si el corazón carece de sentimiento. 
El que en la sana doctrina ahonda, 
desatiende al humano mandamiento.

Las impurezas externas, oh Señor, 
no contaminan el alma.
La concupiscencia del corazón,
siempre da sepultura a la pureza del amor; 
y contiene toda maldad, al adulterar la Palabra. 
                           Paz de Cristo 

JUAN 16:25-33 EN CRISTO

Oh Cristo, en tu alegoría 
hemos andado por un tiempo. 
Pensad, ahora, en la plenitud de la estatura del varón perfecto:
sed Santos sin tropiezo. 

Jesús, dijo: Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. 
Dios en su humanidad, estaba dando cumplimento a la Palabra. 
Oh Cristo Jesús, tu rectitud en el camino, nos ejemplificó la sublime Santidad sin reproche;
y has perfeccionado el alma, del que en tu amor ama.

Oh Señor Jesucristo, abriste nuestro corazón, 
y entró la Luz del Espíritu con el resplandor del avivamiento.
Revelada nos fue tu Unción,
desde el altísimo aposento. 

Oh Omnipotente Jesús, los que te han creído, 
nunca sospecharon de tu soledad. 
Al Padre estás tan consubstancialmente unido, 
que tus pasos Santos, siempre dejaron la Sagrada huella de Unicidad. 

Oh Cristo Salvador, el eco de tus palabras, 
en nuestro espíritu reverbera, como una estela de paz. 
Aflicciones en la vida tendrás;
pero al mundo yo vencí, en mí confiad. 
                         Paz de Cristo 

SALMO 27 EN CRISTO

Luz y Salvación son indisolubles,
Oh Jehová Sabaot. 
Desconocido es tu poder para los abominables,
que ahondan con su iniquidad la sepultura en el Seol.

En tu Nombre, oh Señor Jesús, 
enmudecen las tormentas. 
Confiados en tu Luz, 
de toda tempestad al alma bienaventurada salvas.

Oh Cristo Jesús, tu Santo Templo
es nuestra fortaleza. 
Sión es el alto aposento,
Sagrado Lugar donde tu Eterna hermosura se contempla.

Refugio Santísimo es tu Tabernáculo, 
Oh Rey de reyes. 
Oh Roca Salvadora, tropezadero infranqueable eres del malvado;
y en el día contrario, nos has guardado indemnes. 

Oh Señor de señores, proclamo alabanzas en mi clamor, 
para buscar tu Santa Faz. 
Nunca seré desamparado por tu amor, 
con gran anhelo mi alma te espera, oh Eterno Jehová. 
                 Paz de Cristo 

SALMO 23 EN CRISTO

Ovejas somos de tu prado, oh Sumo Pastor. 
Deleitados hemos sido con todas tus ofrendas;
porque siempre nuestro refugio, fue tu sublime amor, 
en las abominables contiendas.

Oh Cristo Jesús, postrados en tu presencia, 
de nada carecemos. 
De tu reposo has derramado la excelencia, 
para ser la paz que sobrepasa todo entendimiento; y en el gozo de tu Espíritu nos fortalecemos. 

Oh Señor Jesucristo, de las tinieblas, 
nos salvó tu admirable Luz. 
A tu Cetro, se han asido las almas, 
que del Universo es plenitud. 

Oh Rey de reyes, todo se somete 
a tu Magnificencia. 
La concavidad de tu Todopoderosa Diestra, envuelve la infinita Verdad, con Majestuosa Providencia. 

Oh Señor de señores, sacias mi sed con tu agua Santa;
porque para siempre es tu misericordia. 
En la casa de Jehová
he de morar, la medida de tiempo, del que se gloría en su Gloria. 

Oh Rey de la Gloria, te convertiste en el mayor siervo de los siervos; 
y rebosó mi copa con tu Unción. 
Con gran amor lavaste los pies de tus discípulos, 
en un máximum del poder de la humildad, que nos acerca a la Gloriosa Salvación. 
                   Paz de Cristo 

MATEO 22 EN CRISTO

Oh Cristo, no hiciste acepción de personas en tu llamado. 
Y despreocupó a las ovejas, que desoyeron intencionadamente tu voz. 
A las bodas del hijo del Rey, acudió el bienaventurado;
y dio de Gracia, lo que de ella recibió.

Oh Cristo Jesús, ante tu invitación Santa, 
el desdén de la insolente respuesta, te lo ratificaron con despecho.
A cual excusa más vana, 
antagónica a tu Salvación, de un mensaje que bajó del Eterno Cielo.

Oh Señor Jesucristo, la Gloriosa sabiduría,
prescinde de todo bien material.
Habrá mayor osadía, 
que el inicuo desprecio del tesoro Celestial.

No faltó el apóstata intruso,
que dejó ver su tibieza indiferente, oh Rey de reyes. 
Y atado de pies y manos, a las tinieblas se le dispuso;
allí será el lloro y el crujir de dientes.

Oh Señor de señores, Tú conoces del corazón,  
la intención y el pensamiento.
Derramada es sobre toda carne tu Unción. 
Del Universo, oh Todopoderoso, eres el único Fundamento. 
                Paz de Cristo 

ROMANOS 3:9-20 EN CRISTO

Oh Cristo, porque la paga del pecado es muerte;
y es moneda de cambio en el mundo, con nuestro beneplácito. 
Todos hemos guardado en el corazón irreverente, 
un obscuro pacto.

Las coartadas del maligno son referentes,
al no combatir su asechanza. 
Los dardos más hirientes, 
han sido clavados y justificados en la cruz del Calvario: exponente principal del anatema, que por la Gracia del Señor de la Redención, se convirtió en el Cordero Inmolado de la esperanza.

Tu Resurrección. 
Oh Señor Jesucristo,
purificó el alma, con la fragancia del Sagrado perdón. 
Y a las alturas la elevó el Salvador con su Santo Espíritu. 

En la Nueva Jerusalén, 
serán de áurea transparencia sus moradas. No existirá la iniquidad del desdén;
porque, oh Rey de reyes, Tú eres el Templo de Unicidad de las almas consagradas. 

Sin Santidad, nadie verá al Señor
de la Salvación.
Toma la cruz del amor, 
y sigue al Amén, con el poder de la fe en oración. 
                            Paz de Cristo 

                     

SALVOS EN CRISTO

Oh Cristo, el pecado sumió al hombre, 
en el abismo de la condenación. 
Se apartó del Señor de señores, que la Eternidad conoce,
y lleno de obscuridad su corazón. 

Oh Cristo Jesús, con las Buenas Nuevas  de Salvación Eterna,
se nos acercó tu Reino. 
La provisión para el alma,
como dádiva de Pan de Vida, 
bajó del Cielo. 

Oh Señor Jesucristo, Tú eres la Puerta,
que da paso a la Gloria, por una infranqueable angostura.
Solo será abierta, 
si eres en el Señor, Nueva Criatura. 

Oh Cordero Inmolado, el mayor suplicio, 
se hizo presente en tu vida. 
Eres el Sagrado misterio bendito;
y asumiste la Redención de todos los pecadores, para dar Salvación Eterna. 

Oh Salvador, Tú nos amaste primero, 
desde el Eterno Santuario. 
Y por Gracia seremos salvos el día postrero. 
En la cruz del último Sacrificio, derramaste, oh Cristo, la más Preciosa Sangre. Y en tu sepultura, al tercer día restaurante el Templo, como el Omnipotente Señor Resucitado. 

Si crees en Jesucristo, 
serás salvo tú y tu casa. 
Y hasta lo último de la Tierra, habras de ser  testigo; 
para que el propósito de la Eterna Salvación, en el hogar Universal se cumpla. 
                           Paz de Cristo 

SALMO 119 EN CRISTO

Oh Cristo, Óleo Santo es tu Palabra, 
que ha curado mis heridas. 
Circuncisión regeneracional del alma, 
que de tus estatutos son loas benditas.

Oh Señor Jesucristo, tu Omnisciencia, 
hizo preclaros mis pensamientos. 
El resplandor de tu presencia,
alumbró mis pasos, por la única vereda de tus Mandamientos.

Oh Señor de señores, formaste mi ser, 
después de afirmar la Tierra en el Universo. 
La Salvación es el máximo quehacer,
que da Vida Eterna a la excelencia del converso. 

Oh Cristo Jesús, da Luz a nuestros pasos,
y armonízalos con tu Palabra. 
He de cumplir con meticulosidad los predicamentos Sagrados, 
para ser fiel al Omnipotente Señor, que más me ama. 

Oh Rey de reyes, la mentira,
del mundo es anatema. 
Abre el entendimiento de tus ojos. Y mira
con el candor, que a ningún Santo afrenta. 

Oh Redentor, vigilamos con nuestro corazón el alba, 
para que en tu Luz se perfeccione la incipiente penumbra.
Santidad, oh Señor, de la que goza, 
el instruido en tu Sagrada Escritura. 

Oh Jehová, la Justicia, 
pesada es en la Verdad de tu balanza. 
Nada se escapa a tu Omnipresencia;
porque tuyas son las llaves del Hades, y de la Eternidad Santa. 
                    Paz de Cristo 

EL AMOR, VÍNCULO ETERNO EN CRISTO

Oh Cristo, vivifica el amor en mi corazón,
con tu Santo Espíritu.
Derrama sobre toda carne la Santa Unción, 
Oh Señor Altísimo.

Oh Cristo Jesús, descendiste de tu Trono de Gloria,
para darnos a conocer, la más sobrenatural grandiosidad del milagro: el amor Eterno. 
Tal fue en la cruz del monte Calvario la Victoria, 
que por tu excelso amor, sepultaste al odio del maligno en el infierno. 

Por el temor de Dios, 
nace el amor. 
Porque los genuinos sacrificios
son el espíritu quebrantado; y será su disciplina, la que nos haga dignos discipulos del Señor.

Oh Señor Jesucristo, nada suplantará al amor;
de la Palabra es el vínculo, que prevalece en la Eternidad. 
Libres seremos en el loor
de la Verdad. 

Oh Señor Jesús, no hay otro Nombre dado a los hombres, 
por el que se pueda ser salvo. 
Oh Jesús de Nazaret, vierte del Cielo tus bendiciones, 
para tener Vida Eterna en tu Templo Santo. 
                           Paz de Cristo 

AGRADAD A CRISTO, AHORA

Limpiad el corazon en Cristo, 
y sanará toda mundanal herida. 
Deshaced las obras del maligno,
y tened un encuentro espiritual, con el Autor de la Eterna Vida.

Jesús, dijo: Yo Soy el Pan de Vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre.
Oh Señor, Tú eres el maná, que bajo del Cielo. 
Sed de su Santo linaje, 
y tendréis paz en su reposo perfecto. 

Jesús, dijo: Yo Soy la Luz del mundo.
Os saqué de las tinieblas,
para transformaros en hijos de Luz. 
Jamás tendréis más sed en las desérticas contiendas.
El que de mi agua bebiere, de su interior correrán ríos de plenitud. 

Jesús, dijo: Yo Soy el buen Pastor.
Mis ovejas oyen mi voz, y me siguen. 
Todo lo puede su Majestuoso amor. 
Tened los oídos abiertos, para que sus palabras en tu espíritu se perpetúen. 

Jesús, dijo: Yo Soy la Vid verdadera.
El pámpano que no dé fruto morirá. 
Y para los que permanezcan en mi Palabra, 
la puerta de la Gloria se abrirá. 

Jesús, dijo: Yo Soy la Resurrección y la Vida. 
El que cree en mí, aunque esté muerto vivirá. 
Las sombras de muerte, oh Señor, fueron en ti luz del mediodía. 
Y en la Nueva Jerusalen Universal, toda alma resucitada morará.
                    Paz de Cristo 
       

EL PERDÓN, SANTÍSIMA BENDICIÓN EN CRISTO

Oh Cristo, en la cruz
nos concediste la Santísima bendición del perdón. 
Eres, oh Señor, la Luz 
del corazón. 

Oh Cristo Jesús, nuestras rebeldias, 
conculcaron la Santa libertad del espiritu. 
Tus indulgencias, 
la paz nos mostraron; pero el pecado, fue el perverso yugo del esclavo errático. 

Oh Señor Jesucristo, la falta de fe en tu Palabra, 
hizo caer en la concupiscencia al ser humano. 
Solo con el racional conocimiento, no se ama;
tienes que ser por la Verdad del Señor consagrado. 

Oh Rey de reyes, las asechanzas del maligno, 
inducen a hurtar, matar y destruir. 
Para ser tu discípulo digno, 
en el Fruto del Espíritu, me he de instruir. 

Oh Señor Omnipotente, enmascarado
llega el sofisma,
que se vierte sobre nuestra vida. 
Oh Cordero Inmolado, 
por tu Preciosa Sangre, de la obscura ignominia, libertados fuimos por la Gracia Divina. 

Jehová, acampa alrededor
de los que le temen.
En su amor, 
nada más están los que le obedecen. 

Oh Redentor, de la Salvación, nos apartó el pecado, 
que tiene una sombra muy alargada. 
El Todopoderoso ha de ser alabado. 
Pon tu arrepentimiento sobre toda iniquidad; y el alma, por su misericordia, habrá sido Santificada. 

Oh Sumo Hacedor, al corazón contrito y humillado, 
no despreciarás Tú, oh Dios. 
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. 
Bienaventurados hemos sido los pecadores, que por tu piedad, oh Señor de señores, en la cruz del monte Calvario, fuimos redimidos y  justificados. 
                             Paz de Cristo 

LA SABIDURÍA, ESPIRITUAL SENTIMIENTO EN CRISTO

Todo lo puedo en Cristo, 
que me fortalece. 
En la Gracia del Espíritu, 
la sabiduría Celestial, del corazón acontece. 

El epicentro del ser humano,
proyecta ondas concentricas de su espíritu.
Bendícenos, oh Señor, con el resplandor de tu manto; 
y en los Cielos, nuestro nombre permanecerá escrito. 

Oh Señor Jesucristo, la Creación, 
fue la obra de tu Omnisciente sabiduría. 
Derrama sobre nuestra vida tu Unción;
y la Eterna Palabra, Santificará el alma mía.

Porque la paga del pecado
es muerte, 
meditare en la Sagrada Escritura, noche y día. 
Ante la tentación has de estar vigilante,
y ser del Santuario el máximo vigía. 

Con el poder del Espíritu,
vencerás a la tenebrosa tempestad. 
La Luz del Redentor, enceguecerá al maligno; porque solo con cuerpos Glorificados, se puede ver la Eternidad. 
                      Paz de Cristo 

LO VISIBLE E INVISIBLE, MISTERIO EN CRISTO

Oh Cristo, de tu Deidad invisible,
todo el Universo fue creado. 
A través de la Palabra, hiciste tu pensamiento visible. 
Y así permanecerá, hasta que en Cielo Nuevo y Tierra Nueva sea transformado.

Oh Señor Jesús, prodigiosa es tu Creación, 
hecha desde el misterio Eterno. 
No existe humana convicción, 
que pueda valorar algo tan bello. 

Oh Jesús, el gran acontecimiento
se hizo visible, cuando, oh Señor, humanado en carne; 
y nacido de la Virgen Maria, fue tu Santo Nacimiento, 
como el Hijo del Hombre. 

Oh Cristo Jesús, a los treinta años, 
dio inicio tu Ministerio. 
Acontecieron de tu Divinidad, la Excelencia de los milagros.
Y nos predicaste el Sagrado Evangelio. 

Oh Señor Jesucristo, para que se cumplieran las Escrituras;
y fueras de Redención a muchos, te ofrendaste en Sacrificio como Cordero Inmolado.
Y tu muerte, se traspuso en la Exaltación a las alturas, 
por ser el Señor Resucitado. 
                         Paz de Cristo 

EL QUE VIVE EN CRISTO, MUERE POR ÉL

Si vives en Cristo,
su Gloria has tocado con tu mano. 
La Verdad del Santo Espíritu, 
ha convertido en opaco todo lo profano.

Oh Cristo Jesús, de perfección Santa, 
es tu estatura. 
Si por el Señor, das tu vida, 
galardonado serás con la Salvación futura. 

Al Señor de señores, 
has de amar con toda tu existencia. 
Será el amor de tus amores, 
el Cordero Inmolado de la Gracia excelsa. 

Jesús, dijo: Toma tu cruz y sígueme. 
La cruz simboliza el negarse asimismo. 
El espíritu de Santidad has de ceñirte, 
para ver la Faz del Altísimo. 

Oh Señor Jesucristo, 
porque para siempre es tu misericordia, 
queremos emular tu Sacrificio. 
Si es tu Santa Voluntad, padeceremos tu insufrible cáliz, para morar en la Gloria. 
                     Paz de Cristo 

SED SEMILLAS DE ETERNIDAD EN CRISTO

Oh Cristo, Santa fue tu espontaneidad, 
y ajena a toda imposición. 
Así ha de ser la semilla de Eternidad, 
que germine con exuberancia en el sentimiento del corazón.

Oh Señor Jesús, Tú, dijiste: No siete, sino hasta setenta veces siete habréis de perdonar.
Este es el radiante concepto, que te ha de llevar a la Gloria. 
Solo en el sumo poder de amar,
oh Rey de reyes, habremos desterrado el aguijón de la muerte, para ser dignos discípulos de tu Sagrada Victoria.

El escudo de la fe, en el Nombre de Jesús, 
vigilará cada segundo las asechanzas del maligno. 
De las tenebrosas tinieblas, oh Señor, nos transformaste en hijos de Luz. 
Y en espíritu y en verdad, postrados adoraremos tus Santos Pies, mi Jesucristo Eterno. 

Oh Cristo Jesús, acosados por la tibieza,
desoimos la Palabra.
No existe mayor tristeza, 
que negar al que por el perdido dio la vida, el Señor de señores, que más nos ama.

Hoy, despójate de la parte no redimida del mundo. 
Pídele al Redentor, las alas del Espíritu de poder.
Evadiros de la prisión del moribundo, 
para ser llenos de la Vida, del que cree sin ver. 
                   Paz de Cristo 
       

SED HIJOS DE LUZ EN CRISTO

Irreprensible es tu existencia, 
al ser Nueva Criatura en Cristo. 
Eres la sal de la tierra, 
con el poder del Santo Espíritu.

Hijos de Luz, 
somos en tu Nombre Santo.
Oh Señor Jesús,
de tu Gracia recibida, nos diste Gloria por llanto. 

Oh Señor Jesucristo, guárdanos en tu Diestra. 
De máximo gozo
ha de ser nuestra vida, 
para traspasar la puerta del Cielo, de un umbral muy angosto. 

Oh Cristo Jesús, a tus discípulos, 
los inquieren su conducta. 
La suspicacia, suplanta a los buenos por malos, 
en una arbitraria calumnia. 

Oh Salvador, 
la mentira nunca salió de nuestra boca. 
Vivimos presos en tu honor. 
Sojuzgados por los inicuos. Y libertados por los Sagrados filos de tu espada, invicta ante la derrota. 

Oh Redentor, la concupiscencia del mundo, 
a tus hijos nos ve desarraigados, 
aun con el rictus del moribundo;
sin saber, que somos la Iglesia de los bienaventurados. 

Oh Fiel y Verdadero, nos has dado el gozo espiritual, 
que brota del corazón. 
Peldaño tras peldaño subiremos por la escalera Celestial, 
que nos elevará hasta el Paraíso Eterno, del Señor de la Salvación.
                          Paz de Cristo 

EL PERDÓN TODOPODEROSO EN CRISTO

El Señor Jesucristo, dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Oh Cordero Inmolado, con tu piadoso perdón en la cruz del Calvario, 
abriste la puerta del Edén, 
al ser humano que se sometiera a tu Celestial Santuario.

Oh Señor Todopoderoso, 
tu magnificente perdón
es la gran exaltación de Gracia, por tu Preciosa Sangre derramada en el Santísimo  Sacrificio, 
de nuestra inmerecida Redención.

Oh Cristo Jesus, en tu Gloriosa muerte 
nos mostraste, que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. 
Con la longanimidad del alma doliente, 
hiciste manifiesto que vivimos por tu Sagrada herida. 

Oh Señor de señores, tan grandioso fue tu perdón, 
que ofrendaste a toda oveja perdida, 
en tu expiación,
el galardón de la Eterna Vida. 

Oh Rey de reyes, en tu expiración,
se consternaron todas la estrellas, que dieron testimonio de la Luz en su nacimiento. 
Aún el corazón de piedra, ante esta execrable e inocente Crucifixión, 
dio al menos tres latidos de vivificante Resurrección, en la adoración al Fundamento. 
                            Paz de Cristo 

LA POESÍA CRISTOCÉNTRICA, EXPRESIÓN DE ETERNIDAD

Oh Señor Jesús, tu mensaje Cristocéntrico, 
define su Gracia en el revelado misterio poético.
Espiritual lluvia de agua Santa derramada desde el Firmamento, 
que en la pureza del espíritu  es predicación de Unicidad, audible en todo el Universo.

La expresión de belleza Eterna, oh Cristo Jesús, 
es proclamada incesantemente por tu Palabra. 
Ministerio de única Luz, 
que perdonó y dio resplandor a la sordidez del alma.

Oh Señor Jesucristo, tu propósito de Salvación, 
se consolida en la insoslayable obediencia. 
Al ser humano, la anchísima calle le aísla en su propia opinión;
y obvia, oh Redentor, tu excelencia.

Oid al Rey de reyes, 
y transcribid su lenguaje espiritual. 
Sagradas son sus confesiones, 
que te harán percibir lo sobrenatural. 

La Sagrada Escritura, oh Señor, 
nos ha confiado tus conceptos Eternos.
Sube a tu corazón el poder del amor, 
 y habras abierto la puerta del Cielo. 
                       Paz de Cristo 

RESISTID SIN TIBIEZA, TODO PESO EN CRISTO

Oh Cristo, tu yugo es fácil, y ligera tu carga. 
Habréis de fluir en el Espiritu, 
para ser hacedores de la Palabra.
Y la excelencia de vuestro conocimiento, serán  las encrucijadas del camino excelso. 

En Cristo Jesús, no te invadirá la tibieza, 
y será prosperada tu alma. 
Has de tener en el Evangelio gran certeza,
para hacer converso al que a las tinieblas ama. 

Oh Señor Jesucristo, no habrá lacerante latigazo,
que nos impida luchar por tu Gloria. 
Al resistir el viento huracanado,
refugiados en tu Diestra, proclamaremos victoria.

Nuestra existencia, 
no vale nada sin el Salvador Jesucristo. 
Buscad su presencia;
porque del Cielo desciende la buena dádiva de gloriosa libertad, en su Santo Espíritu.

Oh Señor Omnipotente, la asechanzas del maligno, 
son trampas enmascaradas de lo insospechado. 
Sé un discípulo digno, 
y resiste hasta con la sangre el inicuo pecado. 

Oh Cordero Inmolado, tu Todopoderoso Sacrificio, 
visitó el trasfondo de la maldad. 
Que tu palpitante corazón, luche con denuedo ante el implacable asedio del suplicio;
para ser lleno de amor, en su encuentro con la Verdad. 
                         Paz de Cristo 

PALABRA DE ETERNIDAD EN CRISTO

Oh Cristo, todos tus pasos, 
fueron de Eternidad. 
Por tu Palabra fuimos glorificados. 
Y nos consagraron tus huellas de la Verdad. 

Oh Señor Jesucristo, hablabas con la autoridad, 
del que vivirá por los siglos. 
Nadie ha hablado con tanta bondad. 
Y en Él nos hemos reconocido, desde antes de la Fundación del mundo fuimos sus hijos. 

Oh Cristo Jesús, tu Palabra es viva y eficaz;
porque resplandece en las tinieblas. 
Santa es tu Faz, 
y en su Luz se deshacen las ofensas. 

Oh Señor Jesús, prodigiosos milagros
se contemplaron, 
cuando la fe hablo a tus ojos; 
y en ellos se reflejó el profundo amor, del contrito y humillado corazón. 

Oh Fiel y Verdadero, calmaste la tempestad, 
con tu voz. 
Bonanza sobrenatural es tu Deidad;
y los vientos, en suave brisa transformó. 

Oh Salvador, redimiste a todos los pecadores, 
en tu voluntaria expiación, como Cordero Inmolado. 
En la cruz del Calvario, tu vida se hizo jirones, 
para dar la Gloria al bienaventurado. 

Oh Redentor, en tu Omnisciencia
se hizo visible la Creación. 
Guardados en tu Omnipresencia, 
nos será revelada la Palabra de Salvación. 
                    Paz de Cristo 

GUARDAD EL CORAZÓN EN CRISTO

Porque el reproche, 
nunca nos llevará a los pies de Cristo. 
Tu vida has de ofrendarle, 
negándote a ti mismo. 

Oh Cristo Jesús, tal es el radiante
gozo en tu corazón, 
que no hubo Luz más resplandeciente. 
Sobrepasaste con tu amor Eterno, nuestra exigua comprensión. 

Oh Señor Jesús, profesarte adoracion, 
es la deuda ineludible. 
Proclamaste con el alma nuestro perdón.
Y en el crepúsculo de tu muerte, 
derramamos tantas lágrimas, que de Agua Viva fue el caudaloso río de Santidad inmarcesible. 

Echa tu pan sobre las aguas, 
y cumplirá su fiel propósito en el bienaventurado. 
Quebrántate doblando las rodillas. 
Y no dudes en dar tu vida, para ser digno discípulo, del que siendo Rey de la Gloria se le ajustició como Cordero Inmolado. 

Oh Señor Jesucristo, cada gota de tu Preciosa Sangre derramada, 
ha dado Gracia al Universo. 
Recuerda que por su Santa Llaga fue nuestra alma sanada. 
Y tan grande Sacrificio, te lo he querido expresar con el profundo dolor del verso. 
                        Paz de Cristo 

SAGRADO ARBOL DE LA VIDA EN CRISTO

Oh Cristo, Tú eres el fruto Eterno,

que a nuestro corazón dio Vida.

Guardados hemos sido por tu celo,

para ser de Gloria Eterna.

Oh Cristo Jesús, árbol de  Vida es tu espada encendida

en el Edén del oriente.

Tu presencia de Eterna sabiduría,

es nuestro camino de poder solemne.

Oh Señor Jesucristo, nuestra desobediencia

dio paso al pecado.

Y del árbol de la ciencia

del bien y del mal, comimos con insolencia de su fruto Sagrado.

Oh Rey de reyes, nos hicimos aliados de las tinieblas,

obviando tu resplandor.

Del Paraíso, no hubo más sendas,

al ser presos del deshonor.

Oh Señor de señores, en el Calvario derramaste tu Preciosa Sangre,

para darnos Vida.

Y en la Luz de tu presencia sublime,

vemos la Eternidad en nuestra alma encendida.

Paz de Cristo

LONGANIMIDAD EN CRISTO

Oh Cristo, rebosante es la capacidad de amar,

cuando sentimos tus lacerantes latigazos en nuestro corazón.

Tu longanimidad en el Gólgota se ha de afirmar,
para guardarnos ante la adversa sinrazón.

Oh Señor Jesucristo, el resplandor de tu pureza,

era inherente a la compasiva mirada.

La paz amalgamada de amor, fue manifiesta

en tu Preciosa Sangre derramada.

Oh Cristo Jesús, tus sandalias

dieron pasos de Santidad.

En la Verdad de tus huellas,

persevera con transparencia la Eternidad.

Oh Omnipotente  Salvador,

en tu Crucifixión, hirió nuestra alma tu condena a muerte.

La Universalidad del amor,

se esculpe en el Espíritu, con tu última frase: Consumado es.

Oh Redentor, Tú pones la vida

y la vuelves a tomar.

La Resurrección, vistió de blanco lino a tu Iglesia amada,

que está dispuesta en el arrebatamiento, con sus prodigiosas alas Santas a sentir la Salvación, en  el gozo de volar.
Paz de Cristo