Oh Cristo, hiciste habitable la Creación,
para ser el mayor servidor de nuestros templos.
Y nos ofrendaste sin condición,
los bienes de tus Santos pensamientos.
Oh Señor Jesucristo, con Redención de Eterna Vida,
fue galardonada nuestra iniquidad.
Oh Rey de reyes, te convertiste en siervo sin medida,
dandonos a conocer la única Verdad.
Oh Cristo Jesús, en tu Crucifixión,
el resplandor de los clavos te rindió reverencia.
Y transformaste tu profunda humillación,
en Resurrección de perfecta Vida Eterna.
Oh Fiel y Verdadero, eres el consumador de la Fe.
Y para ser carne de pecado, te despojaste de la Deidad.
Oh Cordero Inmolado, tu Sacrificio dio vista al corazón que no ve;
y gozoso servirá en tus atrios, con irreprensible Santidad.
Oh Salvador, con amor
sembraste la semilla,
que dio madurez al fruto de la Salvación.
Nos perdonaste desde el hiriente dolor;
y con el pecador, infinita se mostró tu compasión.
Oh Rey de la Gloria, tu humanidad,
nos redimió, justificó y reconcilió en plenitud.
El depravado oprobio, dejó manifiesta tu inconmensurable piedad.
Y por ser el Santo siervo de las almas, nos salvaste de las tinieblas, para ser hijos de Luz.
Paz de Cristo
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