Oh Cristo, abrasadora es mi sed,
en el desierto del alma.
Endechado en mi endeblez,
busco las corrientes de Agua Santa.
Sol de fuego, que estremece mis entrañas.
Al Cielo clamo, con trémulas palabras, oh Señor,
Al Cielo clamo, con trémulas palabras, oh Señor,
Oh Roca, que sustenta mis tormentas;
y de noche es Luz de amor.
Y bajo la sombra del Omnipotente,
estoy todo el día resguardado.
Con saetas de insidias, soy presa del enemigo impenitente.
Oh Jehová, de su insolencia,
eres mi refugio privilegiado.
eres mi refugio privilegiado.
Tu alma compungida,
es presa de la derrota.
Dale de beber el agua bendecida,
que Jehová Sabaot, para su Salvación ha reservado cada hora.
Paz de Cristo
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