Oh Cristo, en tu alegoría
hemos andado por un tiempo.
Pensad, ahora, en la plenitud de la estatura del varón perfecto:
sed Santos sin tropiezo.
Jesús, dijo: Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
Dios en su humanidad, estaba dando cumplimento a la Palabra.
Oh Cristo Jesús, tu rectitud en el camino, nos ejemplificó la sublime Santidad sin reproche;
y has perfeccionado el alma, del que en tu amor ama.
Oh Señor Jesucristo, abriste nuestro corazón,
y entró la Luz del Espíritu con el resplandor del avivamiento.
Revelada nos fue tu Unción,
desde el altísimo aposento.
Oh Omnipotente Jesús, los que te han creído,
nunca sospecharon de tu soledad.
Al Padre estás tan consubstancialmente unido,
que tus pasos Santos, siempre dejaron la Sagrada huella de Unicidad.
Oh Cristo Salvador, el eco de tus palabras,
en nuestro espíritu reverbera, como una estela de paz.
Aflicciones en la vida tendrás;
pero al mundo yo vencí, en mí confiad.
Paz de Cristo
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