Oh Cristo, Óleo Santo es tu Palabra,
que ha curado mis heridas.
Circuncisión regeneracional del alma,
que de tus estatutos son loas benditas.
Oh Señor Jesucristo, tu Omnisciencia,
hizo preclaros mis pensamientos.
El resplandor de tu presencia,
alumbró mis pasos, por la única vereda de tus Mandamientos.
Oh Señor de señores, formaste mi ser,
después de afirmar la Tierra en el Universo.
La Salvación es el máximo quehacer,
que da Vida Eterna a la excelencia del converso.
Oh Cristo Jesús, da Luz a nuestros pasos,
y armonízalos con tu Palabra.
He de cumplir con meticulosidad los predicamentos Sagrados,
para ser fiel al Omnipotente Señor, que más me ama.
Oh Rey de reyes, la mentira,
del mundo es anatema.
Abre el entendimiento de tus ojos. Y mira
con el candor, que a ningún Santo afrenta.
Oh Redentor, vigilamos con nuestro corazón el alba,
para que en tu Luz se perfeccione la incipiente penumbra.
Santidad, oh Señor, de la que goza,
el instruido en tu Sagrada Escritura.
Oh Jehová, la Justicia,
pesada es en la Verdad de tu balanza.
Nada se escapa a tu Omnipresencia;
porque tuyas son las llaves del Hades, y de la Eternidad Santa.
Paz de Cristo
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