Oh Cristo, me liberé
de las garras del maligno, por amor a tu Nombre.
Mi arrepentimiento genuino ha saciado su sed,
bebiendo del agua bendita de tu Eterna Fuente.
Oh Señor Jesús, todo inicuo pensamiento
he apartado de mi alma.
Quiero ver mi nombre en el Firmamento;
porque a tu Sagrada Palabra ama.
Oh Señor Jesucristo,
por el camino tortuoso de hedor abominable,
anduve demasiado tiempo.
Deseo ser tu digno seguidor. Y tener mi ser cautivo en tu Luz admirable.
Oh Cristo Jesús, por las sombras fatuas,
sometido fui a la impiedad.
Elevado me has,
al Edén de la Verdad.
El arrepentimiento se fundamenta,
en ver al Señor con el corazón.
Su Evangelio, guarda la esencia
de tu perfecta Salvación.
Paz de Cristo
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