Oh Cristo, exponencial abnegación
en tu obediencia.
En tu triste y angustiado corazón,
solo hubo aquiescencia.
Oh Señor Jesucristo, tu sumisión
fue en cumplimiento estricto de las Escrituras.
El mundo anhelaba tu Redención;
para ser en ti, oh Salvador, nuevas criaturas.
El cáliz,
rebosaba de escarnio y vituperio.
rebosaba de escarnio y vituperio.
Tu gran misericordia, es la ofrenda sine die, para el ensañamiento cruel de nuestra dura cerviz.
Nadie se condolió en tu defensa. Tu juicio, oh Cristo, rompió el límite de lo sumario.
Nadie se condolió en tu defensa. Tu juicio, oh Cristo, rompió el límite de lo sumario.
Oh mi Cristo, el doloroso sufrimiento de los virulentos latigazos,
tuvieron eco en todo el Universo.
No abriste tu Santísima boca, ante los hirientes insultos.
Y te mancillaron al extremo, siendo el Inocente Cordero de lo perverso.
Oh mi Señor Jesucristo, en tu Crucifixión,
hiciste un manifiesto compadecimiento, por todos los pecadores.
Tu Verdad, oh Señor, es el perdón.
Y tu Santo Espíritu, ante la expiación Universal, en su frase final, dijo: Consumado es.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario