Jesús, dijo: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad.
La Salvación se reconoce en mí,
cuando proclamo con amor la Eternidad.
Oh Cristo, desarráiganos
de todo servilismo carnal y material.
De tu Gloria somos siervos,
para predicar tu Reino Celestial.
Oh Señor Jesucristo, la transparencia del amor,
se consumó en el Sacrificio de tu Crucifixión.
Sucinto en tus palabras, fueron de fragante loor;
solo hablo la pureza del corazón.
Oh Cristo Jesús, el amor no cuestiona nada,
en su inocente indulgencia.
Su prejuicio es la bendición dada,
para zanjar toda desavenencia.
Oh Rey de reyes, el fundamento del amor
es Eterno.
es Eterno.
Tu balanza Santa, pesa lo que siendo etéreo tiene más peso. Es un bien sin precio; porque su Sagrado valor,
vive en la Verdad del Hacedor Supremo.
Paz de Cristo
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